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  Mis emociones y yo decidimos huir

 El cerebro, el órgano más complejo de muestro cuerpo, nos aporta tanto libertad como a veces nos priva de ella. Gracias a él, somos cada uno una persona diferente, con necesidad, gustos, emociones y sentimientos diferentes. Gracias al cerebro cada persona tiene su personalidad y siente de una manera u otra. Esta diferencia nos hace libres del resto de los demás, hace que tengamos una forma de pensar y vivir libre, a nuestra manera. Si fuéramos robots por ejemplo, sin cerebro, todo sería distinto y no tendríamos la libertad de la que gozamos, porque esas características que nos hacen libres, viene del cerebro y sin este mismo pocas características y libertad íbamos a tener.  Y es gracias a la gran importancia que tiene el cerebro por lo que nos cuestionamos esto. Vivimos determinados a nuestro cerebro y todo lo que hacemos y realizamos está determinado por este mismo. ¿Esto no suena tan libre verdad? La explicación de que si estamos limitados por el cerebro y nos quita parte de nuestra

 Vivimos en sociedades donde la riqueza esta desigualmente repartida. Es por ello que el Estado necesita de ciertos mecanismos para afianzar los servicios públicos y las infraestructuras, bienes que todos compartimos. Pero si todo fuera y sonara tan bien como mis palabras anteriores no estaría escribiendo este artículo. Entonces te preguntaras ¿Qué problemas tiene la gente con los impuestos si ayudan a hacer un país mejor y de mayor calidad? Empezamos afirmando que no todas las personas están de acuerdo que con su dinero, el que se va para los impuestos, sea destinado a ciertas cosas como la policía o el ejército. Es bien sabido que no son pocas las personas que están en contra de ese órgano público, y que muchas veces ellos mismos han provocado situaciones moralmente cuestionables. Por lo tanto, existe una desconformidad respecto a que los policías u otros sectores, reciban dinero de los impuestos y que ciertas personas si pudieran no pagarían por ellos. Y no solo con el tema de la po